martes, 2 de junio de 2020


 El manejo de las emociones durante los tratamientos de fertilidad
Lic. Patricia Martinez

La parentalidad es una experiencia emocional, mental  y física. Es un proceso complejo que se inicia en la mente de los padres y recibe influencias desde lo cultural, social y familiar. Dado que la reproducción humana definitivamente es un hecho que trasciende lo biológico, no puede ser abordada sólo desde la perspectiva médica, la intervención sobre la esfera emocional es insoslayable
Ante el fracaso en la consecución del embarazo, la pareja o la persona sola transitan ciertas vicisitudes como por ejemplo:
Los sentimientos de incompletud, en muchos casos  la no llegada de un hijo conduce a los padres a no sentirse “del todo adultos”. No hay que olvidar que vivimos en una cultura que otorga el estatus de adulto a quien tiene ciertos logros y conquistas alcanzados.
En las parejas muchas veces desaparece el placer en la relación sexual, y la presencia de disfunciones sexuales como consecuencia de la propia infertilidad alcanza altísimos porcentajes, así mismo puede generarse discontinuidad en la frecuencia  de relaciones sexuales con disminución del placer.
Pueden registrarse variaciones en cuanto al grado de implicación de cada uno de los miembros de la pareja en relación al deseo del hijo, y es importante observar esto, dado que el proyecto es de a dos pero el deseo es singular de cada uno
En ocasiones la tríada Sexualidad- Hijo- Futuro se constituyen en temas tabúes y la pareja por temor a caer en este triángulo va perdiendo la capacidad de dialogo.
Cuando hay  fracasos repetidos  se va socavando la confianza  generándose  altos niveles de depresión. La pareja va perdiendo el sostén social y familiar.
Se experimenta también un fuerte retraimiento social, la mujer que no puede concebir muchas veces sufre silenciosamente  cuando “aparecen embarazos” en el entorno familiar o social. Esto lleva a alejarse de los círculos de amistades lo cual aumenta los índices de depresión y angustia.
Cuando el embarazo no llega muchas veces se corre el riesgo de que la idea del hijo se convierta en el único objetivo de la pareja o de la persona sola. Lógicamente esto complica aún más el cuadro puesto la idea  del hijo transformada en idea obsesiva genera ansiedad y desesperanza.
Son múltiples los cuadros de disfunción relacionados con la infertilidad. También cabe aclarar que muchas personas  que están  en la búsqueda, transitan este camino de la reproducción asistida sin generar sintomatología o desajustes emocionales, haciendo un buen manejo de sus recursos personales al servicio del tratamiento de fertilidad.


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